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Escribo estas líneas para referirme a algunos antecedentes que he podido investigar en relación al hermoso monumento erigido en honor al libertador don Bernardo Ohiggins R. Mucho he leído sobre éste en la prensa, pero hay cierto halo de misterio en relación a ciertos datos en su confección e inauguración.
Este monumento surge como respuesta a las iniciativas de las autoridades y los ciudadanos chillanenses, con el objeto de rendir un homenaje al hijo benemérito de Ñuble, al cumplirse un siglo de la Independencia de Chile. En este ambiente de celebración del Centenario, se promulgó la Ley Número 2335 de 28 de Julio de 1910, en la que el Estado autoriza la inversión de $3.500.000 de la época para los festejos de la celebraciones del centenario, además de $500.000 para destinarlos a varios monumentos, algunos en Santiago y Concepción. A esta ley le siguió una que destinaba $60.000 para erigir un monumento a O'higgins en Rancagua.